domingo, 21 de agosto de 2011

Parte II: Vuelta al Alpamayo


LA VUELTA AL ALPAMAYO

EL ENTRENAMIENTO


Antes hemos hablado de la importancia de la planificación, que incluye adquirir información sobre lugar, costos, clima, altitudes, distancias, desniveles, etc., pero la planificación no sólo es adquirir información, sino que incluye otros aspectos, como la difusión, las inscripciones, preparación de equipos, coordinaciones con personas (arriero) o instituciones (autoridad del PNH) y el ENTRENAMIENTO.



Entrenando en las Montañas


En efecto, un aspecto relevante cuando se planifica una expedición, es el entrenamiento, y este no incluye únicamente encontrarse en buen estado físico, sino que el entrenamiento también es mental y grupal.

Comencemos por lo más sencillo, si prevemos caminar 7 horas diarias, debemos estar en condiciones de caminar 10 horas y media, algo así para darnos una idea, debes poder hacer una mitad más de lo que está previsto sin mayor dificultad. Esa es una regla general casi para cualquier deporte, si vas a jugar un partido de voley de dos horas, debes estar en condiciones físicas de jugar por lo menos tres horas. Lógico, el entrenamiento físico para actividades de excursionismo en montaña, implica no sólo caminar en llano, sino también en subida o bajada, y otro factor que hay que incluir es caminar en altitudes similares o mayores a las que tenemos previsto recorrer.

Por eso es que el entrenamiento para una expedición no la podemos hacer sólo con largas horas en el gimnasio o corriendo alrededor de un parque, tenemos que hacer caminatas de entrenamiento, que representen el tiempo de caminata, el desnivel y la altitud que requerimos entrenar. Hay que tener presente, que una persona que no esté bien entrenada, constituye un grave riesgo para todo el grupo.



Monumento a la Humanidad en Marcahuasi


Bueno fácil hasta allí, estamos en Febrero y planificamos la expedición, que caminatas vamos a hacer de entrenamiento, en mayo Marcahuasi, en junio Huacapune y en julio Rapagna, debo confesar que a estas alturas estaba seriamente preocupado, más de medio año que no hacía ninguna caminata y de un año sin realizar alguna que podamos considerar difícil o exigente. ¿Podré caminar tantas horas?, ¿podré hacer los ascensos en los abras?, ¿resistiré caminar tantos días?, eran aspectos que me preocupaban, lo único que estaba realmente seguro era no tener dificultades con la altura.

Pero dejemos eso para más adelante, estábamos en que el entrenamiento también es mental y grupal. Mental porque tienes que tener la estabilidad psíquica necesaria para poder controlar el cansancio, frío, hambre y demás inclemencias que puedan surgir en la expedición. Grupal porque individualmente se requiere estabilidad emocional, para que el grupo pueda actuar solidariamente, comprendiéndose y tolerándose, un aspecto muchas veces olvidado es éste, pero es esencial para evitar conflictos y que a mitad de caminata surjan altercados o hasta peleas cual ring de box.



Felicitando por los 15 años a la Asoc. Aire Puro, a nombre de Andaray


Comencemos entonces, para Marcahuasi buscamos coincidir con la celebración de Aire Puro por sus 15 años, en que subieron a la meseta por 10 rutas diferentes el 21 y 22 de Mayo, nosotros escogimos la ruta 4, que partía de Canchacalla y eran algo más de 1000 metros de ascenso hacia Marcahuasi, que es una enigmática meseta muy visitada en las décadas del 70 y del 80 por esotéricos, dadas las creencias sobre su condición de arca de noé y los variados relatos de encuentros con ovnis. En las últimas dos décadas se ha convertido en un destino clásico del excursionismo limeño, lo que ha permitido su mayor difusión, y por eso debemos reconocer que la celebración de los 15 años de la Asociación Aire Puro fue todo un éxito, que en total movilizó 200 o tal vez 300 excursionistas por las diferentes rutas que realizaron, y que se congregaron en campamento en la formación natural conocida como el Anfiteatro de Marcahuasi.



Chullpas en Marcahuasi


De los 8 que fuimos a la expedición, este entrenamiento lo realizamos 3, lo interesante fue que finalmente caminamos 11 horas y de eso, 4 horas fueron de noche, lo que fue una práctica adicional sin duda alguna. Me hizo recuperar la confianza respecto a mi condición física, pude comprobar que 11 horas de caminata no eran mucho para mí (ayudado mas por la voluntad que por las piernas jejeje), y reafirme que era fácil caminar de noche, cuando sabes orientarte bien leyendo el paisaje. Además a Marcahuasi se puede ir 20 veces, y siguen siendo impresionantes sus figuras pétreas y extraordinarios paisajes.



Subiendo hacia Huacapune


La segunda fecha fue Huacapune, unos interesantes Restos Arqueológicos que quedan frente a San Gerónimo de Surco sobre los 4,000 msnm; sin embargo la fecha no fue propicia, todos tuvimos dificultades y al final fuimos un pequeño grupo en un solo día, el 12 de junio, ascendimos un poco tarde y por eso nos quedamos a un par de horas de Huacapune, con el compromiso de regresar, eso si, el objetivo central que era entrenar se cumplió, porque el caminar en desnivel y respirar el aire de la sierra va transformando nuestro cuerpo. Un aspecto que es importante resaltar, ya que nuestro organismo por la falta de oxígeno en la altura comienza a trabajar a un ritmo diferente, se bombea más rápido y con más fuerza la sangre, nuestra respiración es más profunda, es como una purificación que recibimos y nos adapta para las actividades en altura, ojala un médico pudiese explicarnos en un artículo mejor estos aspectos que sólo conozco referencialmente.



Laguna Rapagna


La tercera fecha era a la Laguna de Rapagna, a 4,600 msnm, los días 09 y 10 de julio, una semana antes de comenzar la expedición, para que refuerce nuestro entrenamiento y adaptación a la altura.

Se comienza en Río Blanco, a la altura del Km 100 de la carretera central, se sube en 5 ó 6 horas, por lo que el tiempo a caminar cada día no es mucho, eso sí, lo importante era acampar a más de 4,000 msnm.



Vizcacha posando para la foto


La subida a la laguna nos hizo recordar una vez más lo difícil que fue ese ascenso la primera vez que vinimos, y al bajar, las graciosas vizcachas nos mostraron su encanto, al igual que las elegantes llamas que tiene un poblador en el lugar.



No es una jirafa albina, es una llama.


Otra vez sólo estuvimos 3 de los 8 que finalmente fuimos a la expedición, pero eso sí, retornamos contentos, habíamos cumplido el entrenamiento físico y también el mental, pero nos quedábamos con la preocupación del entrenamiento grupal, apenas nos habíamos conocido en un par de reuniones en Lima, nuestro contacto entre los participantes fue más por email y finalmente con algo de premura tuvimos que formar los grupos que compartirían carpa, cocina y comida.

Ya viene la tercera parte, el primer día de la expedición y el fantástico pueblo de Hualcallán…



Retornando del Entrenamiento

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