viernes, 15 de octubre de 2010

6to día: Escoma - Huancane


SEXTO DIA: ESCOMA - HUANCANE

Bueno, una día más a la ruta. No parece, la ruta, presentar muchas dificultades. Primero a Puerto Acosta. Llegamos rápido. Esta sólo 25 km. (Y no los 34 km. del mapa.) A partir de este punto hasta la frontera con Perú la carretera es afirmada. Excepto por los últimos kilómetros, la carretera va paralela a la orilla de lago, asi que es entretenido. Puerto Acosta es del mismo porte que Escoma. Y sorprendentemente no esta junto al lago. El muelle se encuentra un poco lejos. Tratamos de vender los bolivianos que nos quedan. No se puede. Nadie tiene soles. Además, y a menos que mientan, nadie o casi nadie conoce Moho o Conima (Los pueblos màs cercanos en el Perú.) Lo que si se ven son bastantes camiones, ¿Por que será? (Ingenuos los que no saben.) De Puerto Acosta a la frontera existen dos caminos. Uno que va cerca al lago y otro por la parte alta. Tomamos este último.

La trocha esta en muy buen estado. Llegamos después de una hora de subida a la "frontera" por asi decirlo. Es un grupo de casas perdidas. Es dificil adivinar cuales están del lado peruano y cuales del lado bolivianos. Una acequia de cemento que acaba adbruptamente nos da la pista que ese es el lìmite. Aquì si encontramos un señor que cambia nuestros bolivianos a soles. Le preguntamos por migraciones boliviana. Llama a un señor bajito y mayor. Este viene. Le preguntamos sobre si nos puede sellar el papel que nos dieron al entrar a Bolivia para que prube que estamos saliendo de ley. Llama a su hijo o nieto, y le pide que traiga el sello. El noño trae el maletìn. Saca un par de sellos, sella los papeles y estampa su firma. Ya está. Son diez bolivares. No tenemos (Ya cambiamos a soles). Le damos siete en moneda. No hay problema. Nos enteramos que hoy viene Evo Morales a inagurar la carretera afirmada. Por eso el lado boliviano estaba con banderas y mucha grente.

Cruzamos la fantasmal lìnea fronteriza. Buscamos a quien nos selle los papeles que nos dieron en migraciones del Perú. Bàsicamente queremos que nos pongan un sello que certifique que estamos ingresando. Nadie. No hay autoridad. En una casa este colgado el escudo del Perú. Es la casa del teniente gobernador. En la puerta llenan tanques de gasolina de contrabando, que la sacan de la casa. Entramos. Està llena de fideos (contras.) Pero el señor no está. Ademàs como pensamos que no tiene juridicciòn para firmar y sellar documento de migraciones partimos. Aquí si que la carretera esta muy mala. Subida. Antes de llegar a la parte alta nos pasa un bus. Llegamos a la cima y vemos el lago y una carretera asfaltada. Asì que a bajar. Por fin algo de velocidad. Pasamos el bus. O creo que lo hacemos. porque al llegar a la carretera asfaltada Hector a desaparecido. Al rato se aparece. Se perdio y tuvo que bajar por el cerro a campo traviesa. La buena noticia es que hasta Huancane esta asfaltado o casi alfaltado. Ademas nos enteramos de que la carretera llega hasta la frontera. Para la proxima debemos escoger la carretera que va por la orilla al salir de Puerto Acosta.

Breve descanso y salimos. Impresionantes paisajes con el lago como fondo. Llegamos a Conima, pasamos frente a Suazi y al final Moho. Descanso y almuerzo, pues por la velocidad con la que hemos estado ciclando estamos algo cansados. De aquí a Huancane son 40 km. Alrededor de los primeros 10 km. de subida. Al salir de Moho primer problema, la subida no esta asfaltada. Esto no importaria mucho sino se hubiera nublado rapidamente. Pronto tenemos truenos y rayos por todos lados. Aceleramos para tratar de ganarle a la lluvia. Acabamos la subida, yupiiii, y no llueve todavia.

Pero aqui si ocurre un desperfecto mayor. De una de las bolsas se desprende un tornilo de una asa de las que se engancha a la bici. La otra asa no soporta el peso y se rompe. Todo esto en cinco segundos. Me doy cuenta cuando escucho un ruido y de reojo solo veo a la bolsa dando tumbos por la carretera, afirmada aún. Al mal tiempo buena cara. La cuelgo al mismo lado, pero ahora del timón (para equilibrar). Sigo. Lo encuentro a Hector un par de kilómetros más abajo. Se está vistiendo con el cortavientos y los dos impermebales que tiene. Empezo la lluvia. Tambien me pongo cortavientos. Por suerte el asfalto aparece. Y en muy buen estado. Encontramos a la gente que trabaja en esta tarea. Vamos rapidismo. Promedio 30 km*h. Graniza un poco a ratos. Devoramos los kilometros hasta Huancane. Se va despejando de a pocos. Al llegar a Huance nos calentamos con los últimos rayos del sol.

Huancane no recibe muchos visitantes. Sólo tiene tres alojamientos. Nos vamos al más recomendable. Planificamos la ruta de mañana. Compramos provisiones (Al fin Powerade, en Bolivia no existen bebidas rehidratantes.) Y creo que es todo por el día de hoy.


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